El fracaso en ventas de los artesanos en las Fiestas de la Calle San Sebastián


Leo con mucho pesar la noticia de El Nuevo Día “Unos ganan, otros no” Los organizadores se cantan contentos, no así los artesanos, sección Flash! – páginas 48-49.

¿Por qué los artesanos no tienen ventas exitosas en los eventos “culturales”? Esta es la pregunta que se hacen muchos hoy, y yo les voy a contestar...

Mientras sigan enfocando este tipo de eventos en la fiesta, la gozadera y la música, el público va a ir buscando eso. 

La evidencia está en que los que viven allí se quejaron del alboroto de los pitos, las peleas y los incidentes con la policía. Señores quien va a este tipo de fiestas va a novelerear, a fiestar y no a comprar. 

Lo que compran es para comer y beber, de paso se entretienen viendo lo que tienen los artistas y artesanos y si acaso compran una “chuchería”.


Las fiestas de la Calle San Sebastián es un evento para fiestar, el mismo nombre lo dice, es lamentable que a pesar de las buenas facilidades que le dan a los artesanos en el Cuartel de Ballajá solo sirvan de buena presentación pero un fracaso en ventas.

El primer error es diferenciar entre artistas plásticos y artesanos por el mero hecho de que el artista plástico estudió arte y el artesano no, pero tampoco existen escuelas de artes y oficios.

Un artesano es un artista natural, si en el béisbol un "natural" es algo grande porque no es lo mismo en el arte.

El segundo error es la falta de enfoque del Instituto de Cultura Puertorriqueña que se supone que esté para defender a estos representantes de la cultura y el arte puertorriqueño. 

El tercer error es utilizar los artesanos como una añadidura a las fiestas porque lo que se supone es, que sea la atracción principal. Se supone que los representantes de la cultura tienen prioridad, son los protagonistas de las ferias.

Yo hubiera hecho una convocatoria para que los artesanos y artistas hicieran piezas con el tema de San Sebastián y su historia con un jurado que diera premios en dinero de las aportaciones de las firmas comerciales que patrocinan el evento. Eso hubiera sido un éxito para los participantes porque les da la oportunidad de exponer su creatividad y ganar un reconocimiento, como muy bien hizo uno de los artesanos de talla y salió reseñado en el periódico con su pieza.

Esto lo hace Plaza Las Américas todos los años con talladores y el tema es Nuestra Señora de la Divina Providencia, he visto como los artesanos participan con orgullo de esta buena actividad.

He estado estudiando las ferias en los Estados Unidos y el concepto es totalmente diferente, aquí hay un link para que lo visiten y vean la diferencia http://www.artfairinsiders.com/

En Estados Unidos hay miles de ferias, están las ferias de arte, ferias de artesanías, de manualidades y de antigüedades. Están clasificadas por región, por público, para asegurarle a los participantes ventas seguras y garantizarles también que el público que asista tiene el dinero para comprarle una pieza de miles de dolares o por el contrario una económica.

Son ferias con jurado, se juzga al artista por su obra, su presentación del “booth”, si es artista emergente, con premios en metálico y donde le garantizan la particpación en la feria del año siguiente sin costo a los ganadores.

Hay asociaciones porque entienden que esto es una industria que genera ingresos y crea empleos. Se toma con mucha seriedad el asunto, porque saben que de eso depende el prestigio de la feria.

Hay también ferias para los suplidores que buscan mercancía hecha a mano para sus negocios. El concepto “Made in América” y “Handmade” es motivo de orgullo para los consumidores que buscan piezas exclusivas y para los coleccionistas en general.

No niego que hayan “issues” pero se atienden, se comentan y se trabaja para mejorarlo.

Aquí se tienen que poner a pensar que la artesanía y el arte es una industria de manufactura y una manera de ganarse la vida, no un “side line” pa’buscarse un peso vendiendo “baratijas” en una feria y perdonen el expresarme así. Dejé de participar por esto y se que hay muchos otros artesanos que también se quitaron por las mismas razones.

Soy muy respetuosa de los artesanos porque soy artista del vitral y me fastidia cada vez que veo a personas ignorantes que nos menosprecian como artistas. 

Unas agencias del gobierno que no fomentan cambios que se necesitan urgente para unir a los artistas, artesanos y diseñadores en una industria puertorriqueña de diseño industrial, de muebles y manufactura nativa y que se está quedando rezagada porque no entienden que esto también es producto de exportación.

Volvemos, en una actividad cultural, la música, la fiesta, la venta de comida y bebida viene por añadidura y no es la atracción principal. Los promotores que hacen este tipo de actividad tienen que cambiar el enfoque. Creo que es importante que se dividan las prioridades en cuanto a la cultura se refiere y las marcas comerciales no pueden ser los protagonistas de estas actividades.

A los artesanos, si no se organizan y empiezan a entender que depende de ustedes mismos el que hayan cambios, nada pasará. Seguiremos viendo como los artesanos de dulces, de pique, de miel, de jabones y de accesorios harán buenas ventas mientras los que hacen artesanías más sofisticadas y que son obras artísticas se quedan con su inventario como me pasó a mí varias veces.

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