A Bench in the Park
“I often lay on that bench looking up into the tree,
past the trunk and up into the branches.
It was particularly fine at night
with the stars above the tree.”
past the trunk and up into the branches.
It was particularly fine at night
with the stars above the tree.”
Georgia O'Keeffe - Artist
Les presento mi nueva pintura “a bench in the park”, esta pequeña pintura es mi primera experiencia creando texturas sobre el lienzo. Poco a poco voy descubriendo técnicas por cuenta propia que admiro en otros artistas. Soy fanática de la pintura y me esfuerzo en aprender por mi propia iniciativa. Espero les guste.
En un parque hay una banca y están sentados un niño y un
adulto, el niño es hijo del adulto pero el adulto no es el papá del niño...
¿entonces quién es?
Respuesta al final del artículo
Siempre me gusta acompañar mis obras con información que complemente mis ideas creativas. Me inspiro en lugares y cosas que me gustan, una de ellas es el Parque Luis Muñoz Rivera y sus bancos rústicos.
Me dí una vuelta por el parque y tomé varias fotos que también quiero compartir con mis leyentes. Espero lo disfruten tanto como yo disfruto de la naturaleza y de las cosas bellas que existen en Puerto Rico y que quizás muchos no conocen y les gustaría también disfrutar.
Notas del Parque Luis Muñoz Rivera en Puerto Rico
Cortesía de: Johnny Torres Rivera de Puerta de
Tierra Info
Luego de la Guerra Hispanoamericana de 1898 y mediante la
firma del Tratado de París, los terrenos localizados en Puerta de Tierra fueron
transferidos por la Corona Española al gobierno de los Estados Unidos.
Predominaron en el norte del sector los usos institucionales que requerían
espacios más extensos. Se ubicaron en este lugar las sucesivas Ferias
Insulares, un hipódromo, un aeropuerto y un parque de pelota. En 1918, pasaron
al Municipio de San Juan. El Parque cuenta actualmente con una extensión de 27
cuerdas, aunque en sus orígenes estaban también integrados al área los terrenos
del actual Parque del Tercer Milenio.
El deceso de Luis Muñoz Rivera en el año 1917, motivó a que
el 20 de noviembre del mismo año, el senador Don Mariano Abril presentara en
una asamblea extraordinaria de la Legislatura un proyecto de ley para
establecer un parque urbano en San Juan, al cual se le pondría el nombre del
prócer. Se crearía comisión ex oficio para encargarse del Parque Muñoz Rivera
de San Juan, la Comisión de Parques. Aunque ese proyecto fue convertido en ley
por el gobernador Arthur Yager, Ley Número 43 de 30 de noviembre de 1917, su
implantación no fue posible hasta 1926. En 1919, la Ley Número 40 designó un de
lote veintisiete hectáreas situado entre el antiguo la Primera y la Segunda Línea de Defensa como el sitio para el parque.
El lote formaba parte de las tierras federales en el este al final de la
isleta. En 1926 el gobierno asignó fondos considerables para el diseño y
construcción del Parque Luis Muñoz Rivera que se ubicaría en los antiguos
terrenos que ocuparan las ferias insulares, al norte de la avenida Ponce de
León y frente al antiguo Hospital Municipal. El día 1ro. de 1926 se iniciaron
los trabajos de construcción.
Estilísticamente, el parque fue diseñado en el estilo
Beaux-Arts, siguiendo los postulados del Movimiento de Ciudad Hermosa, a la vez
que incorpora elementos pintorescos. La construcción del parque finalizó en
1932.
Utilizando la técnica del concreto moldeado sobre una armazón
de varillas de acero y tela metálica construyó kioskos, pérgolas y bancos
rústicos que semejan estar hechos de madera fosilizada. Se incluyeron también
fuentes de agua sobre cuya superficie flotaban y destacaban las hojas y las
flores de loto, además de una pequeña fuente de estilo español . De otra clase
de fuentes, las de agua potable, brotaba un chorrito contínuo para calmar la
sed de los visitantes.
Utilizando la técnica del concreto moldeado sobre una
armazón de varillas de acero y tela metálica construyó kioskos, pérgolas y
bancos rústicos que semejan estar hechos de madera fosilizada. Se incluyeron
también fuentes de agua sobre cuya superficie flotaban y destacaban las hojas y
las flores de loto, además de una pequeña fuente de estilo español . De otra
clase de fuentes, las de agua potable, brotaba un chorrito contínuo para calmar
la sed de los visitantes.
Cerca de El Polvorín, el parque contó hasta mediados del
siglo XX con un centro de diversiones. Tenía un restaurante con barra, pista de
baile y un local de juegos mecánicos de entretenimiento. Hacia el Norte quedaba
el área de juegos para niños, con columpios, chorreras, sube-y-baja, y
estructuras para gimnasia. Había también un palomar, donde anidaban decenas de palomas. Hacia el sur
encontrábamos el local para diversión de "los carritos locos".
Este parque sería el primero de gran escala en San Juan. El
diseño propuso la alineación de una nueva avenida este-oeste al norte del
parque. Esta nueva vía se extendió posteriormente a lo largo de toda la isleta
y se nombró avenida Luis Muñoz Rivera.
Cuenta José Luis Vega que, "El seis de enero de 1952
escenificó lo que fue catalogado como el Simulacro Mayor, la Alcaldesa de la
Capital, doña Felisa Rincón de Gautier, hizo traer, por avión, desde los
Estados Unidos, un cargamento de nieve que, expuesta en el Parque Luis Muñoz
Rivera, brindó a una muchedumbre alucinada el efímero placer de tocarla,
comerla, de entrarse a pelotazos con ella, de fabricar, incluso, un muñeco
patético que muy pronto vino a dar en lodo. Esta "nevada", que sirvió
de espectacular preámbulo a la inminente Constitución del Estado Libre
Asociado, de alguna manera pretendía anunciar las bondades venideras por la
ratificación de nuestra dependencia del Norte. Después de todo, conforme al
corazón de la Alcaldesa, nosotros los niños curtidos del trópico también
teníamos derecho a la blanca Navidad de nuestros conciudadanos
metropolitanos".
En 1956, el edificio de la Corte Suprema fue inaugurado en
el extremo oriental del Parque Muñoz Rivera, donde estuvieron anteriormente
situadas las instalaciones de la PRRA. El diseño de los arquitectos Osvaldo
Toro y Miguel Ferrer colocó el edificio en eje con el Parque Muñoz Rivera.
En el extremo Oeste del parque se encuentra el Pabellón de
la Paz, construido en el 1988. El lugar está abierto el aire libre con
capacidad para 1,500 personas.
Con el paso de los años el parque fue deteriorándose y el 18
de septiembre de 1989 sufrió los estragos causados por el Huracán Hugo. En
1990, el arquitecto Otto Octavio Reyes preparó un otro Plan Maestro para la
restauración y desarrollo del Parque. El Banco de Ponce asumió la
responsabilidad de restaurar el parque en una acción cívica de colaboración con el Gobierno. Para esta fecha fueron
restaurados los viejos patrones de cerámica del piso. Todos los murales del
Parque Muñoz Rivera fueron hechos por José M. Flores Meléndez. Los 37 murales
en mosaico veneciano recibieron un premio a nivel de Latinoamérica y Suramérica
(a nivel de mural en pavimento).
Este es el gran parque urbano de nuestra memoria colectiva.
Su sitial no ha podido ser desplazado por las nuevas formas de entretenimiento
que existen al margen de la sociedad civil. El parque vive de nuevas
generaciones y de los que con nostalgia ven en él un pedazo de ellos mismos.
Arte y ciencia el corazón olvida cuando un beso de los labios canta la eterna estrofa de la vida
Luis Muñoz Rivera
(1859-1916) Poeta, periodista y político de Barranquitas, Puerto Rico
Respuesta del acertijo: Es su mamá
Fotos por: Marilou Rivera Ramos
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